Localidad célebre mundialmente por sus 29 grutas artificiales pintadas y esculpidas inicialmente para el culto budista a partir del siglo II A.C., declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, se trata de un típico vihara en el cual se destacan los frescos y otras pinturas parietales rupestres; tales obras de arte fueron descubiertas para «Occidente» en 1819 y adornan a monasterios y santuarios excavados en las rocas entre el siglo II a. C. y el siglo VIII d.C.