El capitalismo de hoy, es decir, el ultra y el neocapitalismo, procede
de una explotación industrial de las pasiones y de las pulsiones. En esta perspectiva, el
capitalismo sería analizable como una “instigación al goce” generalizada, y como tal
mortífera. A partir de esta tesis, examinaremos varios momentos clave:
- El derrocamiento de la metafísica occidental, que comienza a partir del principio afirmado
en La fábula de las abejas de Mandeville (1704), tratado fundador del pensamiento liberal.
Ese principio (que afirma que: "Los vicios privados constituyen la virtud pública") apareció
en aquel entonces como un verdadero escándalo a través de toda la Europa de la Ilustración.
- El nacimiento del pensamiento económico moderno de Adam Smith que retoma,
justificándola, esa "moral amoral".
- La aparición de la filosofía de Sade que muestra lo que sería un mundo completamente
sometido a ese principio —un cuadro tan espantoso que Sade hubo de permanecer
encarcelado 27 años de su vida y encerrado durante dos siglos en el “infierno” de las
bibliotecas.
- La modernidad como estado de equilibrio relativo entre las filosofías de la desregulación
moral provenientes del liberalismo inglés y las filosofías de la regulación moral provenientes
del trascendentalismo alemán (Kant).
- Un primer regreso discreto de Sade que permitió al capitalismo salir de la gran crisis de
1929 al pasar de un capitalismo de la producción a un capitalismo del consumo.
- El papel clave de Edward Bernays, sobrino norteamericano de Freud, en el paso hacia un
capitalismo del consumo que apuesta a la explotación de las pulsiones.
- La posmodernidad como victoria del liberalismo inglés sobre el trascendentalismo alemán.
- El regreso explícito de Sade en un mundo que se ha vuelto cada vez más abiertamente
pornográfico, es decir, caracterizado por la obscenidad (que podemos definir como la
transgresión de los límites, la hybris de los griegos que afecta todos los ámbitos, no sólo los
sexuales, sino también los económicos, los financieros, los políticos…).
- Los efectos de las transformaciones de la economía mercantil sobre las otras grandes
economías humanas: la política, la semiótica, la simbólica y la psíquica.